¿Te sientes saturado? ¿Agobiado? ¿Nada te sale bien? ¿Te dejas todo para que tus clases online funcionen y no avanzas?
Seguro que dedicas muchas horas a hacer que todo marche bien. Seguro que también son demasiadas.
Lo demasiado agobia. Agobia cuando lo diriges hacia una mala dirección. Haces demasiadas cosas que no deberías hacer y haces demasiadas pocas que deberías hacer.
Menos no es más. Menos es mejor.
La vida del docente de idiomas que ha saltado al mundo online con su propio micronegocio parece ser atractivamente ocupada.
Adopta una vida minimalista. Por tu propio bien y por el de tus alumnos.
Así entenderás la diferencia que existe entre trabajar como un animal y trabajar inteligentemente.
Entre ser productivo y estar ocupado.
¿Por qué deberías adoptar una vida minimalista como profesor online?
Profesor. Bufff.
Empresario de tu propio negocio online. Bufff
La gran mayoría de profesores online que imparten clases por su cuenta tienen demasiadas cosas encima. Demasiadas.
¿Sabes qué sucede cuando empiezas a renunciar a cosas, a tirarlas a la basura, a ignorarlas? Aparece el FOCO.
Empiezas a verlo todo mejor. El objetivo aparece al final del camino. Todo empieza a encajar. Tus clases funcionan, tu negocio funciona, tus alumnos funcionan.
Participas en la reforma del mundo.
Es entonces cuando te desprendes del resultado, es entonces cuando te mueves en la corriente del cambio… pero siempre con un objetivo fijo. Siempre con foco.
10 leyes para adoptar una vida minimalista como profesor online
Sigue este consejo y todo te irá mejor: despréndete de lo innecesario para focalizarte en lo necesario.
Lo innecesario es aquello que impide realizar lo necesario: servir a tus alumnos y hacer crecer tu negocio.
He hecho una revisión a mi vida y he extraído un total 10 leyes. Tómatelas como guía para que tú también adoptes una vida minimalista en tu día a día como profesor.
Ley 1: Cultiva el noble arte de decir “no”
Aprender a decir que “no”.
La negación impide la realización tanto de cosas positivas como de negativas. Decir que no a cosas innecesarias te libera tiempo.
Como docente, esto incluye:
- Alumnos que te roban el tiempo por los que no que sientes verdadero interés.
- Clases innecesarias que te roban el tiempo sin que puedas dar lo mejor de ti mismo.
- Emails vacíos de contenido que no aportan nada. Junk, junk…
- Propuestas de negocio que realmente ni te van ni te vienen.
Todo eso resta tiempo a lo que realmente es necesario como profesor online.
Aprende a decir que no y tíralo a la basura.
Ley 2: Ponte objetivos y cúmplelos
¿Espera…? ¿Qué no tienes ningún objetivo para este año? ¿Y de dónde sacas la energía para levantarte y dar clases cada día?
Si has decidido quedarte en la cama durmiendo porque hoy no estás obligado a dar clases, significa que no has puesto el foco en nada interesante.
Márcate tres objetivos que quieres cumplir este año. Luego desglósalos en minitareas dentro de un período de tiempo más corto. Evitas agobiarte y ves más claro cómo acercarte a ellos.
Los míos para el 2018 fueron:
- Crear y lanzar mi propia plataforma de clases de español online dirigida a niveles principiantes.
- Crear y lanzar mi propio canal de podcasting dirigido a docentes de ELE online.
- Crear y lanzar mi primer infoproducto: un curso de planificación de clases para docentes de español online.
- Actualizar mi ebook gratuito con 10 alternativas para tus clases de idiomas online.
Si no los consigues todos al final, da igual, habrás conseguido algo diferente.
Algo tan diferente como estar focalizado en lo necesario.
Ley 3: Medita y da gracias cada mañana
Debes empezar a dar gracias por lo que tienes cada mañana.
Vives en un casa. Tienes una familia. Tienes amigos. Hace un día fantástico. Hay comida en el frigorífico. Eso ya son motivos por los que dar gracias.
Viniste a este mundo sin nada y fíjate cuántas cosas tienes. ¿No es motivo de gratitud?
Únelo a una meditación vespertina. No tienes que ponerte en plan budista, tan sólo prepárate una taza de cafe y siéntate en silencio sin decir nada.
Libera la mente para dar gracias. Después empezarás a dárselas también al mundo.
Ley 4: Levántate antes de que salga el sol
Dormir está sobrevalorado. Me dijeron una vez que tenía que dormir 8 horas y yo les hice caso.
Desde que adopté una vida minimalista y con foco, con 6 horas me levanto con energía suficiente para las clases de ese día.
Uno de los mayores placeres es levantarte en pleno silencio, antes de que la ciudad o tu casa despierte.
Prepárate un café y mira por la ventana cómo todo se empieza a iluminar. Seguro que tú también te acabas iluminando cuando te des cuenta del tiempo que aún te sobra para aprovechar ese día.
Ley 5: Despréndete de lo que no utilices
Si no lo vas a utilizar, tíralo. Si lo vas a utilizar después, guárdalo.
¿Hay cosas en el armario que no utilizas? Dáselas a alguien y dobla tu gratitud.
¿Tienes cosas innecesarias en tu escritorio? A la basura. Si las vas a utilizar en otro momento, al cajón.
¿Todavía guardas material didáctico que no vas a utilizar más en tus clases? Tíralo o digitalízalo
Tienes que intentar librarte de lo que ocupe innecesariamente tu vida. Y debes empezar por lo que visualmente te moleste.
Ley 6: Lee un poco cada día
Si quieres aprovechar ese ritual vespertino para despertar tu mente, házlo.
Si quieres aprovechar las últimas horas de la noche para ir acostando tu mente, házlo.
Leer funciona y ocupa poco. Alimentas tu cabeza y vives en una distracción que aporta energía para focalizarte después en lo importante.
Te vas a comunicar mejor en tus clases, vas a ser más creativo, vas a ser más divertido, vas a desprederte de lo que no te deja dar todo lo que puedes dar en tus clases… vas a ser, en definitiva, un mejor docente.
Ley 7: En tu vida hay momentos malos y buenos
Por muchos libros de autoayuda que leas, nunca vas a poder controlar todo lo que sucede en tu vida. Lo siento para todos aquellos gurús de una vida sin límites.
Ahora bien, si no vas a poder controlar 100% lo que te sucede, si qué puedes lograr controlar 100% cómo reaccionas ante ello.
El budismo habla de controlar tu mente con la meditación, el islam aporta el concepto de sabr.
Tu vida como docente está repleta de estos momentos. No vas a poder escapar de ambos, pero sí decidir en cuál de los dos vas poner tu foco de atención.
Focálizate en los buenos momentos y proyectarás una gran imagen como docente.
Sólo así vas a poder aportar un servicio de calidad a tus alumnos y vas a poder levantarte cada día con ganas de dedicarle tiempo a tu negocio.
Ley 8: Equilibra momentos tecnológicos y momentos de carne y hueso
Decidí hace tiempo mantener únicamente dos momentos de tecnología al día: uno necesario para mis clases y mi negocio online, otro innecesario para mi actividad social.
Del primero no puedo escapar, pero lo limito dentro de lo necesario. Del segundo me estoy encargando de darle pequeñas dosis de veneno para matarlo algún día.
Vete a la farmacia y compra alguna de estas dosis de veneno:
- Cierra el grifo de la entrada de información (prensa, ideas absurdas, cotilleos, redes sociales…).
- Exponte sólo lo necesario a la pantalla de tu ordenador o teléfono móvil.
- Descárgate algún limitador de páginas web en tu navegador (StayFocus en Chrome, Blocksite en Firefox).
- Coge el móvil y quítale el wifi. Aún mejor: desconecta el wifi de la casa en franjas determinadas del día.
- Elimina el concepto de multitarea cuando estés con el ordenador. Una o dos pestañas en el navegador cumpliendo una única tarea. No una mientras cotilleas por Facebook, otra para revisar el email, otra para tu perfil de Italki, otra para leer tus RSS favoritos…
- Despeja la mesa en la que trabajas y das clases cada día. Haz lo mismo con los objetos de la habitación que te roben tu foco. Deja lo necesario.
- Limpia el escritorio de tu ordenador. Todo a la papelera de reciclaje. Utiliza alguna herramienta como Launchy.
- Lee el email un par de veces máximo al día. No hay nada importante ahí. Y si es importante, seguro que puede esperar. Excepto mis emails, claro.
- Da un paseo cada día. Tómalo como un ritual para desconectarte, distraerte y crear foco.
- Dedica un momento del día para conectar con personas de carne y hueso (un simple café con un amigo es todo lo que necesitas).
Ley 9: Reserva un momento del día para crear
¿Y sabes qué sucede cuando te desprendes o limitas lo innecesario? Que aparece tiempo para una desconexión que aporta foco para centrarte en aquellas cosas que sí te interesan.
Y entre las cosas que sí te interesan, está la de crear. La tienes asociada a tu profesión y a tu condición como ser humano.
Dedica una hora o un par de ellas al simple, estimulante y reconfortante vicio de crear.
Escribe un artículo, diseña material para tus clases (y comparte), graba un vídeo para tus alumnos u otros docentes, graba un podcast con información valiosa, móntate un cursito que se venda que da gusto…
Crea, crea y crea. Eres un docente y emprendedor, un creador de posibilidades que estimulen a tus alumnos a pensar y a moverse por el mundo.
Ley 10: No te esfuerces
Fíjate en la hoja que se ha caído del árbol y que fluye por el río. Va allí donde la lleva la corriente, parece que no se esfuerza en moverse y que sigue el ritmo adecuado, por un camino natural.
Debes fluir igualmente por tu vida, sin esfuerzo aparente.
Pero a diferencia de la hoja, tú tienes foco y puedes decidir si ese río te conviene.
Una vez pones el foco en el río correcto, sólo te queda fluir libremente por él y todo cobrará sentido, todo encajará en tu vida.
Ese río puede ser tu vida como docente online. Adopta una vida minimalista y simplifícalo para fluir libremente. Así entenderás que todo es, al final, más simple de lo que parece ser.
Y si quieres seguir creciendo como profesor de idiomas online, suscríbete a mi newsletter
Cada día envío un email para el profesor de idiomas online y emprendedor. Para que fluyas mejor, ofrezcas mejores clases y hagas crecer poco a poco tu negocio.
Felicidades y gracias por tus reflexiones, suponen un “foco” de luz para mí en estos momentos en los que me pregunto todo lo que comentas al inicio de tu entrada. He visto que el artículo es de 2018, y tengo curiosidad por saber si sigues manteniendo este decálogo a fecha de hoy, o hay algo que hayas cambiado, sustituido, ampliado o incluso reducido con todo lo que ha pasado en estos años pandémicos. Gracias de nuevo por tus propuestas. Un saludo