Una de las profesiones con más posibilidades de caer en un cuadro de agotamiento y de estrés es la de profesor. ¿Cómo puedes eliminar el estrés y seguir impartiendo tus clases con frescura?
Vamos con algunos consejos para evitar que en pocos años acabes como un profesor “quemado” más de internet.
Mi antigua vida como profesor de español estresado
A lo largo de mi vida como docente de idiomas he sufrido en varias ocasiones de síndrome de burnout.
Tareas que se multiplicaban, horas de trabajo interminables, tareas “extracadémicas” fuera del horario de clase, horas “extra” que aparecen de la nada, ausencia de períodos de descanso… son elementos que seguramente conozcas como profesor de ELE.
Mi vida como profesor de español en verano
Cada vez que llegaba el verano, aparecía de repente un pico de intensidad en mi vida. Un pico de trabajo prolongado en academias que incluía despedirse de dormir bien y tener tiempo libre para desconectar.
Si trabajaba por la tardes significaba que me levantaba a las 7.00 para preparar clases hasta la hora de comer, comía rápidamente a la 13.00 y entraba a trabajar de 15.00 hasta las 20.00.
Después de mi “horario académico”, tenía que contribuir a una de esas famosas “actividades culturales” de las academias (flamenco, copa de bienvenida, ruta turística por la ciudad…) y no llegar a casa hasta las 23.00.
Al día siguiente me levantaba y seguía la misma rutina.
Si por el contrario trabajaba por la mañana, eso significaba que me levantaba a la misma hora para entrar a trabajar a las 8.00 y no terminaba hasta las 14.00. Llegaba a casa, comía tarde y volvía a preparar las clases para el día siguiente. Con suerte, mi tiempo libre empezaba a partir de las 20.00h.
Mi vida como profesor de español temporal
Cuando me podía escapar de esos 2-3 meses de verano, tampoco había descanso.
Te salía un trabajo por aquí, luego otras horas por ahí, luego otro trabajo temporal por allá.
Trabajabas al mismo tiempo en 2 o 3 lugares. Acabas las clases en una academia o centro y te ibas rápidamente al otro para continuar con otro grupo.
Todo ese cambio repentino también se traducía en más estrés.
Mi vida como profesor español y coordinador de un departamento de español
Tampoco me escapé del estrés cuando compaginé mi vida como profesor y como coordinador académico en un departamento de español.
Las tareas se multiplicaron, eran casi infinitas y, muchas veces, tan dispersas que perdía el foco una y otra vez.
Aunque acabé encontrando maneras de hacer frente al desequilibrio y gestionar lo máximo que pude mi tiempo, decidí poner punto y final por una simple razón: mataba mi creatividad y lo único que podía hacer era mantenerla a flote, no hacerla crecer ni evolucionar.
6 consejos para eliminar el estrés como profesor de idiomas online
Cuando di el salto al mundo online decidí no cometer los errores que había cometido durante esos 8 años como docente presencial.
Me pregunté cómo eliminar el estrés.
Mejor dicho, cómo evitar que apareciese de nuevo ahora como profesor online.
Si antes tenía que dar clases y ser coordinador de un centro, ahora además tenía que ocuparme de mi negocio.
Analicé las posibles causas por las que un profesor online se estresa, se quema, se agota.
Me prometí no caer en ellas.
Consejo 1: No te metas en un negocio con mentalidad de empleado
Si has decidido vivir de tus propias clases online, tienes que aceptarlo: es un negocio. Mejor dicho, TU propio negocio.
Tener mentalidad de empleado es válido cuando trabajas como empleado; tener mentalidad de empresario es válido cuando trabajas en tu propio negocio.
Son dos mentalidades de “ganarse la vida” diferentes en dos moldes de “ganarse la vida” diferentes.
No puedes tener “mentalidad” de empleado en un “molde” de empresario. Simplemente, no encaja.
Y si además replicas las mismas reglas que has seguido hasta entonces y que acabaron estresándote en el nuevo molde del negocio online, no vas a notar resultado alguno: también te vas a quemar en tu nuevo negocio.
Has cambiado de traje, no de actitud.
Tienes que cambiar las reglas del juego. Tienes que cambiar tu forma de entender y afrontar la vida.
Consejo 2: No vivas únicamente de horas y clases
El empleado vive de sus horas: esa fuente de recursos limitada que no puede ni expandirse ni hacerte ganar más.
Mis padres me lo siguen recordando: “Sergio, debes buscar un buen empleo en el que trabajes muchas horas para ganar mucho dinero”. Y
o les contesto que eso es incorrecto: hay que trabajar menos horas para trabajar mejor.
Excepto que puedas servir a más alumnos estando “menos presente”, olvídate de montarte un negocio solo basado en clases, clases y más clases.
Afortunadamente tus servicios como docente de idioma online son escalables. Sin embargo, la gran mayoría de docentes entienden la escalabilidad de forma errónea.
No se trata de subir la cantidad de horas que trabajas, sino la calidad de tu servicio o producto. Estas son algunas de formas:
¿Cómo se hace esto? Con los tres siguientes consejos.
Sube el precio por hora
Establece una estrategia de en qué momentos del año vas a subir el precio de tus clases.
Subirse el sueldo no es una opción; es tu obligación.
Puedes hacer varias subidas durante un año con un incremento menor (un euro 3 o 4 veces al año), o una única subida anual con un incremento mayor (3-4 euros al año por clase).
Avisa a tus estudiantes que cada año incrementas el precio de tus clases, así que se preparen.
Agrupa estudiantes
Si la variable de cantidad se te ha disparado y ya cuentas con un buen número de alumnos… no sumes a más o tendrás que trabajar más horas y el resultado que obtendrás será el opuesto al de eliminar el estrés.
En lugar de sumar más clases, redúcelas agrupando alumnos y creando clases grupales.
Ganarás más dinero trabajando menos cantidad.
Crea infoproductos
Cuando te lances a dar clases online, tendrías que seguir un modelo de negocio que incluyese infoproductos: esa octava maravilla de ingresos pasivos que te permiten generar beneficios sin que estés “presente”.
Si ya te has lanzado a dar clases online, tendrías que establecer una estrategia en la que menos de un año ya dispusieses de tu primer infoproducto (cursos online, libros…).
La diferencia entre un profesor online que sólo vende su tiempo y aquél que ha cruzado servicios y productos es enorme: el primero seguirá siendo un esclavo de su tiempo y de su presencia, el segundo trabaja “menos” y dispone de “más” tiempo libre y, curiosamente, “genera más valor” traducido en más beneficios mensuales.
Consejo 3: No digas a todo que sí
Lo repito sin pausa: aprende a decir que “no”.
¿Tienes a un alumno que no soportas? ¿Qué te roba tiempo? ¿Qué te causa problemas? Dile que “no” y obtendrás a más alumnos de calidad.
¿Te han salido unas clases extra y no te apetece darla porque te trastoca todo tu horario? Diles que “no” y obtendrás más tiempo libre.
¿Un alumno te está pidiendo unas clases que no se ajustan a tu oferta ni a tu metodología? Dile que “no” y ofrecerás clases de más calidad.
Si aprendes a decir que “no” desde el principio, antes te llegarán las posibilidades de obtener el “sí”.
Consejo 4: No hagas todo tú
Es posible que cuando empieces con tus clases tus tareas no sean tantas. También es posible que todavía estés “fresco” y no hayas notado lo que te viene encima.
Cuando te tienes que encargar de:
- Planificar y preparar clases,
- impartir las clases,
- corregir deberes,
- comunicarte con tus alumnos y viceversa,
- solucionar problemas de última hora,
- buscar alumnos,
- promocionar tus clases,
- planificar packs de ofertas de clases,
- crear contenido en la red,
- buscar siempre la manera de mejorar e innovar en tu micronicho…
…te “quemas”.
Aguantarás un poquito, pero tarde o temprano te rondará por la cabeza algo que todos los empresarios con un negocio unipersonal temen: delegar tareas.
Existen freelancers que se pueden ocupar de esas tareas que menos te entusiasman con el objetivo que tú puedas focalizarte con plena energía en aquello que consideras de mayor importancia o en lo que estimula tu creatividad.
Sí, los otros no lo harán tan bien como tú, pero tú vas a hacer mejor aquellas pocas cosas que te importan gracias a que ellos te regalan tiempo.
Consejo 5: Focalízate en 1 o 2 objetivos estrella
Si pudieses tan sólo detenerte y contemplar cuántas cosas te están robando el tiempo innecesariamente en estos momentos creyendo que estás siendo productivo, te asustarías.
Ser productivo no es una variable de cantidad, sino de calidad.
No son cuántas horas dedicas al día ni cuántas cosas haces, sino lo bien que lo haces en aquello en lo que te has centrado.
Dispersar tu atención es abrir la puerta al estrés. El concepto multitarea y el formato buffet de picoteo te desgastan y no te llevan a ningún lado.
Por esa razón, pon foco a tu vida. Echa un vistazo a qué objetivos te has planteado cumplir este año y tíralos a la basura… excepto uno o dos.
Esos son tus objetivos estrella y vas a poner toda la carne en el asador en ellos.
Reunificar la atención en un punto concreto genera más fuerza que diversificarla en varios puntos.
Al final de cada año deberías decir: sí, he sudado que no veas, pero he cumplido lo que me propuse.
Consejo 6: Alterna períodos de descanso
Como autónomo, dispones de más libertad para gestionar tu tiempo que la de un empleado, así que utiliza esta ventaja.
Eso sí, con cabeza.
Del mismo modo que planificas cuánto trabajas cada día, también deberías planificar cuántos de estos descansos te tomarás durante el año.
Los descansos parciales
Disminuyes parcialmente la cantidad de trabajo durante un período reducido o medio de tiempo, como puede ser disminuyendo la cantidad de clases durante un par de semanas o disminuyendo las horas de trabajo durante un mes.
Este tipo de descanso sirve para equilibrar la balanza cuando sientes que el estrés está llamando a la puerta.
Los descansos totales
Eliminas totalmente la cantidad de trabajo durante un período reducido de tiempo, como pueden ser una vacaciones de placer durante una semana o tres días de desconexión total en la montaña.
Este tipo de descansos se planifican durante el año en momentos en los que necesitas cargar las pilas completamente tras un período de mucho trabajo prolongado, o cuando tienes que enfrentarte a un gran reto y necesitas disponer de energía renovada.
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Hola Sergio,
Fantástico contenido, me han gustado mucho los consejos. Llevo 1 año enseñando ELE online (como tutor, no profesor) y mis ingresos son los suficientes para cubrir mis gastos, pero nada más. No obstante, me interesa mucho el concepto de delegar y lo he hecho para pequeñas tareas como diseñar el logo o arreglar cosas de la página web, pero todavía no lo puedo permitir como norma general. Me interesaría saber qué tareas delegas personalmente y cómo gestionas en tu día a día este aspecto (cuánta dirección requiere por tu parte la persona delegada, donde encuentras a esas personas, etc.).
Un saludo y sigue así!
P.D: Estaría bien que habilitaras la opción de comentar en el blog desde Facebook, dar el correo para comentar no me parece lo más óptimo.
Hola Alejandro, gracias por el comentario.
Curiosamente el sector de docentes online es algo reticente a delegar tareas, pero ya son muchos los profesionales con negocios unipersonales los que han decidido “ganar más tiempo” delegando tareas a free-lancers que se dedican a ello. Actualmente, lo único que estoy delegando son tareas burocrácticas de contabilidad a mi gestor, que se encarga de hacerme todo las facturas de ingresos y gastos, el IRPF trimestral y la Declaración Anual de la Renta. Próximamente se va a encargar también del IVA. No sabes el peso que me quita de encima y lo tranquilo que me deja con Hacienda. Ahora mismo se está encargando de darme de alta y gestionando un contrato para que pueda facturar por mis cursos online.
Concretamente, tengo pensado delegar:
– Márketing: tareas de promoción como elaborar carteles publicitarios de mis clases y otro material de interés para alumnos de ELE, y divulgarlos por las redes sociales.
– Contratos de privacidad y derechos de autor por mis obras para dejar “todo atado y bien atado”.
– Contratación externa de profesores u otros profesionales (un objetivo a larguísimo plazo si esque tengo en mente abrir mi propia academia online, nicho en el que no estoy pensando posicionarme).
Redes de colaboradores en las que encontrar freelancers dedicados a realizar minijobs relacionados con tareas burocrácticas muy específicas hay bastantes (https://www.upwork.com/ https://www.freelancer.com/get/focusout). A partir de ahí puedes decidir cómo pagarles (por horas, a comisión), cómo comunicarte con ellos y cómo delegar tareas. Piensa que si contratas a un trabajador chino o indio podrán trabajar por ti mientras tú duermas y una vez te levantas tendrás en tu bandeja de entrada el email con el trabajo hecho (o cualquier método de comunicación que escojas).
PD: Acabo de cambiar el plugin de comentarios. Ahora existe la posibilidad de comentar a través de tu cuenta de Facebook.
Sin lugar a dudas, antes de volverse loco con las múltiples tareas que uno debe atender, soy partidario de coger lápiz y papel para ordenar qué es urgente, qué es prioritario y qué es importante. Luego lo paso a un Excell y a mi Calendar. Yo prefiero hacer poco, pero bien. Y si no llego a todo, reduzco el ritmo y me centro en lo inmediato. Cuando llega el fin de semana, ese tiempo es para mí.
Eso es lo que digo yo: foco, foco y foco. Suprimir tareas innecesarias y concebir esta profesión como un elemento más de nuestra vida y no como la piedra angular de nuestra existencia.