Como profesor trabajas dentro un sistema educativo. Aunque, más que sistema educativo, es un sistema industrial.
Acabamos las clases y nos quitamos el mono de trabajo para volver a la normalidad.
Hemos contribuido al principal objetivo de la industria en la que trabajamos: crear en masa productos idénticos.
¿Realmente este mundo necesita formar a individuos con unas mismas características?
¿Realmente todos somos iguales y debemos contribuir del mismo modo a la sociedad?
¿Como podemos introducir la diversidad y el cambio a un mundo que parece homogéneo y estático?

Los principios de este sistema educativo
Empieza, como cada lunes, la jornada laboral en la fábrica.
Acudimos a ella para contribuir a la creación en masa.
Nos leemos sus principios y reglas y las seguimos a rajatabla.
1) El principio de observancia
Se caracteriza por establecer la observancia como único sistema evaluativo.
¿Cómo funciona en el sistema industrial?
Cuando un producto llega al final de la cadena de montaje, se procede al análisis y a la observación.
Verificamos si realmente cumple con los requisitos establecidos.
En el caso de que pase todas las pruebas, el producto saldrá al mercado.
En el caso de que no se así, se tirará a la basura y se creará otro en la siguiente tanda de creación en masa.
¿Cómo funciona en el sistema educativo?
El estudiante debe pasar por unas observaciones (exámenes) que determinan si es apto o no apto para el mercado laboral.
Estos exámenes se basan en unos mismos criterios para unos alumnos que deben acabar el sistema educativo con las mismas características.
Esta rígida observancia fulmina la posibilidad de concebirlos como individuos con habilidades y talentos diferentes y específicos.
Aniquilamos su creatividad y, con ello, la posibilidad de demostrar que son talentosamente diferentes a los demás.
2) Son lineales
Se caracteriza por elaborar un producto siguiendo diferentes etapas programadas hasta llegar al resultado final deseado.
¿Cómo funciona en el sistema industrial?
Se planifica el inicio, la producción y el resultado final del producto.
Recogemos la madera recién cortada y la llevamos a la fábrica.
Allí planificamos y programamos las diferentes etapas y secuencias por las que tiene que llegar a convertirse en una cómoda silla.
Si algo se sale de la secuencia programada, nunca podrá llegar a ser una cómoda silla.
Se tirará a la basura y se empezará otra vez de nuevo siguiendo el mismo proceso anterior.
¿Cómo funciona en el sistema educativo?
Empiezas por párvulos, continuas por la enseñanza primaria y, si todo marcha bajo lo previsto, acabas alcanzando la educación superior.
Cada una de estas secuencias están orientadas siempre al mismo fin (educación superior) y se organizan con un único criterio: tu edad.
Seguro que como profesor has tenido a un alumno que no progresa al mismo ritmo que los demás.
Se crean clases y cursos con estudiantes con la misma edad. Se cree que todos los alumnos con la misma edad avanzan del mismo modo, y que los alumnos con edades inferiores lo hacen más despacio.
Seguro que también conociste a alguien al que se le daba fatal las matemáticas pero era bastante bueno en lenguas.
Se cree que todos estamos capacitados para progresar del mismo modo en las mismas asignaturas.
3) Principio de oferta y de demanda
¿Cómo funciona en el sistema industrial?
Cuando un producto es fabricado y se lanza al mercado laboral, se tiene en cuenta cuántos productos iguales hay en el mercado y cuánta necesidad hay por parte del cliente en comprarlo.
Si hay mucha cantidad y el interés es bajo, el precio del producto será bajo.
Pero si hay poca cantidad pero el interés es alto, ese producto se considera valioso y su precio será alto.
¿Cómo funciona en el sistema educativo?
En cada época hubo una demanda en concreto de conocimiento o de habilidades.
Los sistema educativos se moldeaban alrededor de esas necesidades y formaban a individuos que pudiesen cubrir dichas necesidades.
En estos últimos años, estas necesidades se han centrado en el conocimiento, habilidades y trabajo intelectual.
De ahí que el número de graduados y de universidades se haya disparado.
El problema viene cuando no nacemos con las habilidades de “moda” de la época.
Si has tenido la suerte de nacer en una época en la que tus habilidades como individuo se encuentran relacionadas con dicha demanda, estás de enhorabuena.
Si no las posees, seguro que te dirán que no estás capacitado.
Hoy en día, se entiende que si gozas de una buena inteligencia académica estás capacitado para este mundo.
El problema es que no todos nacemos con las mismas inteligencias. Y de todas formas, el mercado ya está saturado de titulados universitarios.

4) División del trabajo
Como consecuencia del principio de linealidad, es necesario dividir el proceso productivo en diferentes etapas.
¿Cómo funciona en el sistema industrial?
El obrero acude a la fábrica para trabajar siguiendo una serie de procesos que se rigen por las mismas reglas estándares:
- Un horario que marca el inicio y el final de su jornada laboral.
- Un timbre que le avisa cuando puede descansar, cuando debe volver a empezar a trabajar, cuando debe cambiar de proceso productivo…
- Unos especialistas en cada materia que forman al obrero para que pueda ser capaz de cambiar de proceso productivo según el horario.
¿Cómo funciona en el sistema educativo?
En una escuela también existe:
- Asignaturas diferenciadas de las otras con un horario de inicio y de conclusión.
- Un timbre que te indica cuando has acabado con esa asignatura y empiezas otra.
- Profesores con un conocimiento dividido y especializado para cada asignatura.
- Jornadas escolares divididas en asignaturas monotemáticas con un inicio y un final.
- Clases divididas por edades y no por habilidades.
- Un sistema educativo dividido en diferentes ciclos marcados por edades: educación primaria, secundaria…
Todo sistema educativo es orgánico
Hay que empezar a hacerse la idea de que nuestra existencia en este mundo no es lineal y sí orgánica.
Se debería empezar a educar siguiendo los mismos principios por los que nacemos, vivimos, nos desarrollamos y un día morimos.
Concebir la educación al margen de nuestra realidad biológica es un disparate.
Todo sistema biológico es complejo, diverso y adaptativo.
Todo sistema orgánico es diverso
Nacemos con talentos diferentes y nos desarrollamos en ambientes diferentes.
Ofrecer un sistema educativo universalizado a individuos que son diferentes, significa ir en contra a nuestra naturaleza diversa.
Todo sistema orgánico es complejo
La educación, como la vida, no son números binarios ni blanco o negro. Existen un gran número de matices.
Nunca deberíamos acabar en sistema educativos reduccionistas, basados ni en los mismos criterios evaluativos ni en los mismos programas formativos.
El ser humano aprende de forma diferente y siguiendo sus propios niveles de progreso en diferentes áreas. Esto ya debería ser señal de aviso de nuestra realidad compleja.
Todo sistema orgánico es adaptativo
Cuando algo ha cambiado en nuestro ambiente, nuestro organismo también ha cambiado. Nos hemos adaptado para sobrevivir.
No tiene sentido no cambiar el sistema educativo en un momento en que todo parece ser que está cambiando.
Seguir formando a individuos con competencias y habilidades de un mundo que no existe es abocarlos al fracaso.
Tú que eres docente, empieza por cambiar ahora mismo y adáptate a la nueva realidad que está emergiendo.
Forma a individuos que puedan desarrollarse y poner su talento al servicio de esta realidad 😉
¿También sientes que has sido producto de un sistema industrial? ¿Como docente crees que estás participando en un proceso industrial?
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